Cueva Toma y Bebe (17/dic/2016)

La excursión de diciembre fue una propuesta de Alberto, a un lugar que ninguno de los demás conocíamos y que tiene un nombre muy particular, la Cueva de toma y bebe. La leyenda asociada a la cueva cuenta que un pastor, estando en la cueva, oyó un ruido y se escondió por precaución. Resultó ser un hombre que había entrado a beber y el pastor, sin que este hombre se hubiera percatado de su presencia, le acercó una jarrilla con agua y le dijo "toma y bebe". El hombre, que no se lo esperaba, salió corriendo de la cueva con tan mala fortuna que se dio un golpe y se mató. Otra versiones dicen que llegó hasta el pueblo, donde dijo que había visto al diablo y murió de la impresión y otras que era inglés.

Nosotros hicimos el recorrido desde Villanueva del Rosario, a donde llegamos por la autovía de las Pedrizas a Salinas (A-92M). Se llega al pueblo por la carretera A-7203 y antes de entrar en él se gira a la derecha para salir de él por el extremo más oriental, buscando el camino de la ermita. El camino, que pronto se vuelve terrizo, pero que está en buen estado, discurre en su primera parte entre olivares, pasa por delante de la Ermita de la Virgen del Rosario (y su mirador) e incluye indicaciones a varios lugares, como la Dehesa Hondonero o el Tajo de la Madera, del que pasamos cerca. El camino acaba al lado del mirador del Alto del Hondonero, habilitado como observatorio de aves y aparcamos el coche al lado.

Uno de los elementos más impresionantes que se puede ver en ese momento es el Hundidero, un gigantesco derrumbamiento de piedras, relativamente reciente, de mitad del siglo XX. Según un cartel explicativo, la erosión de la piedra caliza, que es la más abundante en esta sierra es la que provoca estos acontecimientos.

El camino que hemos traído hasta ese momento coincide con parte de la Etapa 11 de la Gran Senda de Málaga, de Alfarnate a Villanueva del Rosario.

Iniciamos el camino a pie, siguiendo el sendero en dirección hacia el este, que inicialmente baja pero que enseguida empieza a subir. El camino sigue esa pendiente más o menos constante y a 1 km aproximadamente de donde hemos aparcados los coches se encuentra la cueva de Toma y Bebe.
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La cueva no es fácilmente visible, está encima de una pared que queda a nuestra derecha en el sentido de la marcha que traíamos. Puede ayudar a identificarla un murete, suponemos que construido para mejorar el refugio que ofrece la cueva. El suelo de la entrada está alfombrado de cagarrutas caprinas, por lo que no es conveniente sentarse allí a comer. Algunos de los que no conocíamos la cueva teníamos pensamiento de entrar, pero desistimos. La entrada no era cómoda y desde donde estábamos no se apreciada nada especialmente interesante para tomarse la molestia de arrastrarse hasta adentro.

La cueva está más o menos en un cambio de rasante tras el cual podíamos ver ya el paisaje hacia el este. En primer lugar estaba Alfarnate y su poljé, detrás la Sierra de Enmedio, con el Gallo, más atrás la Sierra de Loja y, más lejos aún, la Maroma y Sierra Nevada, estas dos últimas con mucha nieve, porque los días anteriores había llovido bastante. Aunque las previsiones para el día que hicimos la excursión eran de lluvia, finalmente nos libramos, aunque estuvo muy nublado e hizo frío (al menos para los estándares costasoleños).

En ese momento nos salimos del sendero y empezamos a rodear el picacho alrededor del cual estábamos en el sentido de las agujas del reloj. El último tramo de esa subida era puriito lapiaz, por lo que algunos subimos pero otros prefirieron esperar abajo. Los que subimos llegamos hasta el borde de una pared que bajaba hasta el vallecito que teníamos un poco más adelante. Desde allí la vista hacia el este era aún más clara. El inconveniente era el viento, que soplaba fuerte y frío y no nos dejó disfrutar un buen rato arriba. Alguno aventuró que se podía bajar por la pared y subir al Chamizo, que lo teníamos relativamente cerca. Aunque no llegamos a descubrir el camino, era una hipótesis acertada, como podemos ver en esta ruta de Juanje Arrebola.

Iniciamos la bajada de vuelta para encontrarnos con los que habían quedado abajo y nos acercamos a ver los restos de una alberca y un pozo antiguos. Después de eso, ya volvimos por el mismo camino a los coches.

Estas son las fotos de la excursión.

Este es el track de la ruta.

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