Huma (14/nov/2009)
La excursión de noviembre de 2.009 fue a una cima que para algunos de nosotros tenía un poco de mítica porque habíamos oído hablar mucho de ella y la habíamos visto desde otras muchas cumbres pero nunca la habíamos subido. La visita no desmereció en nada las expectativas que teníamos, y disfrutamos mucho del entorno, con el desfiladero de los Gaitanes y el Chorro, la subida, y las vistas de las que gozamos durante todo el camino y en la cumbre.Seguir Leyendo
Escogimos el camino de Ardales para llegar al Chorro, por lo que pasamos por el impresionante desfiladero de los Gaitanes, donde están los restos del caminito del Rey, para el que, al parecer, hay una propuesta de rehabilitación. Empezamos la ruta por el camino de las Pedreras, atravesando tranquilamente el pinar hasta llegar a la base de las placas frontales, donde cogimos el caminito que nos llevaría a las escaleras "árabes". En ese caminito pudimos ver en las que las Mesas de Valverde, el contraembalse de la Encantada y varios grupos de escaladores. Pasamos esta primera barrera y llegamos a un pequeño puerto guardado por una alambrada. Desde allí teníamos una preciosa vista del valle del Guadalhorce.
Tras pasar ese primer obstáculo rocoso, cruzamos una zona de cultivo frente al cortijo de Campedrero. Después de ese claro y una posterior zona rocosa, nos esperaba la siguiente subida por roca. Aprovechamos la ocasión para reagruparnos y descansar un poco rodeados de palmitos. En esta ocasión había otras escaleras, bueno, en realidad una rampa natural, por la que pudimos subir sin mayor problema.
El resto del camino a la cumbre era bastante desolado, con mucha piedra y apenas vegetación, pero con una pendiente bastante asumible. En esas llegamos al tercer muro defensivo del Huma, asaltamos cuadrupedando por una estrecha torrentera. Desde allí hasta la cima el mismo paisaje duro, desforestado y pedregoso. Eso sí, unas vistas de gran parte de la provincia bien amplias en todas direcciones con, por ejemplo, el valle del Guadalhorce, la vega de Antequera, los pantanos de Guadalhorce-Guadalteba, la Capilla y el Camorro Alto, donde habíamos estado poco antes. Lo que no pudimos ver fueron las ruinas de la Ciudad Romana de Nescania, al pie de la Capilla. Parecía que habían sido cubiertas por un sembrado.
La vuelta la hicimos completando una ruta circular. Bajamos por la cara norte, sin ningún camino claro, y giramos al este hacia la Vereda del Tajo de las Pedreras y por ella volvimos a los coches, que nos llevaron a disfrutar de unos merecidos aperitivos y cervezas en la estación de El Chorro.
Esta son las fotos de la excursión.
Descripción de la ruta
La subida al Huma suele hacerse desde la estación de ferrocarril de El Chorro. A ella se puede llegar en automóvil desde Málaga o bien por Ardales o bien por Álora. Desde Málaga se llega a Ardales por la autovía del Valle del Guadalhorce (A-357) y desde allí se toma la carretera de los pantanos, MA-444, que primero bordea por el sur el Embalse del Conde de Guadalhorce y después por el oeste el embalse de la Encantada hasta llegar a la explanada donde está la estación de ferrocarril.
Desde allí se continúa por la carretera del Valle de Abdalagís (MA-224) durante 1 km, momento en el que saldremos por el segundo de los dos caminos de tierra que tenemos a nuestra izquierda. Aunque antes se podía continuar con los vehículos, ahora una barrera lo impide y aparcaremos ahí. El siguiente tramo corresponde a ese carril de tierra llamado el Camino de las Pedreras, que discurre por un agradable pinar de repoblación. A unos 250 m encontramos una primera bifurcación en la que seguiremos hacia el oeste por la opción de nuestra derecha. Unos 700 m después hay otra bifurcación y esta vez seguiremos hacia el norte por la rama que queda más a nuestra izquierda. En ese momento llegamos al pie de la primera barrera de rocas que encontramos, las llamadas Placas Frontales. Seguimos el carril por el pie de las Placas Frontales 1'2 km hasta llegar a una doble curva (habremos pasado por otra anteriormente) en la que dejamos el carril y seguimos por un camino, señalado por un hito de piedras, que parte en dirección oeste. Este camino nos lleva por el pie de las Placas Frontales hasta las llamadas escaleras árabes, una serie de escalones excavados en la roca que nos permitirán salvar esta primer obstáculo. En ese camino podremos ver escaladores subiendo por las rocas y una buena vista de las Mesas de Villaverde y el contraembalse de la Encantada.
Seguimos subiendo un poco más hasta pasar una alambrada que hay en el puertecillo posterior a las Placas Frontales y desembocamos en una pequeña ladera cultivada en el que se encuentra el Cortijo de Campedrero. Seguimos el camino hacia el norte y dejamos a nuestra izquierda el cortijo. Para pasar la siguiente placa de montañas buscaremos una rampa rocosa situada a unos 250m al este del Cortijo. La rampa, marcada por hitos de piedra, sube en diagonal de este a oeste y permite superar sin excesiva dificultad el segundo obstáculo.
El resto del recorrido no cuenta con caminos ni senderos marcados y hay que seguir orientádose por la pendiente, buscando la cumbre que queda en dirección nordeste.
Tras haber salvado el obstáculo anterior, salimos a una zona de suelo rocoso, con poca vegetación, salpicada aquí y allí de matorral, de pendiente fuerte y limitada al norte por nuevo tajo. Cruzaremos esta parte yendo en dirección norte y buscaremos una torrentera, señalada otra vez por un hito de piedras, que se encuentra más o menos en un punto en el que parecen separarse dos partes del tajo. Tras trasponer la torrentera gateando llegaremos a la meseta final de la subida, donde buscaremos la cima, señalada por un vértice geodésico, en dirección noreste.
La vista desde la cumbre es muy amplia, porque no hay cimas altas cercanas que oculten una parte significativa del paisaje. En días despejados puede verse gran parte de la provincia.
La vuelta se puede hacer por el mismo sitio o se puede optar por un recorrido circular, rodeando la montaña por el este. En ese segundo caso, bajamos por la ladera norte, buscando caminos de ganado que nos lleven hacia el este, hasta el extremo nordeste de la falda de la montaña. Ese tramo tendremos el Capilla en primer lugar y el Camorro Alto detrás de él indicándonos la dirección que tenemos que seguir. Llegaremo a un carril que conecta con otro de mayor categoría, la Vereda del Tajo de las Pedreras. Seguiremos este carril, que rodea la base del Huma casi circularmente en el sentido de las agujas del reloj, algo menos de 3'5 km, hasta volver al punto en el que dejamos previamente el carril para acceder al camino que nos llevó en la primera parte a las escalerillas árabes. En las dos primeras bifurcaciones tomaremos la alternativa de la derecha, que lleva en ambos casos más hacia el oeste. En el tercero tomaremos la rama de la izquierda al sur (la otra lleva a la cantera) y conectaremos finalmente con el carril inicial.
En este carril de vuelta podemos ver unas tumbas romanas que han quedado al aire en las obras del carril.
En el libro Por las montañas de Málaga, del que son autores algunos de nuestros compañeros, viene una explicación mucho mejor de la excursión.
Escogimos el camino de Ardales para llegar al Chorro, por lo que pasamos por el impresionante desfiladero de los Gaitanes, donde están los restos del caminito del Rey, para el que, al parecer, hay una propuesta de rehabilitación. Empezamos la ruta por el camino de las Pedreras, atravesando tranquilamente el pinar hasta llegar a la base de las placas frontales, donde cogimos el caminito que nos llevaría a las escaleras "árabes". En ese caminito pudimos ver en las que las Mesas de Valverde, el contraembalse de la Encantada y varios grupos de escaladores. Pasamos esta primera barrera y llegamos a un pequeño puerto guardado por una alambrada. Desde allí teníamos una preciosa vista del valle del Guadalhorce.
Tras pasar ese primer obstáculo rocoso, cruzamos una zona de cultivo frente al cortijo de Campedrero. Después de ese claro y una posterior zona rocosa, nos esperaba la siguiente subida por roca. Aprovechamos la ocasión para reagruparnos y descansar un poco rodeados de palmitos. En esta ocasión había otras escaleras, bueno, en realidad una rampa natural, por la que pudimos subir sin mayor problema.
El resto del camino a la cumbre era bastante desolado, con mucha piedra y apenas vegetación, pero con una pendiente bastante asumible. En esas llegamos al tercer muro defensivo del Huma, asaltamos cuadrupedando por una estrecha torrentera. Desde allí hasta la cima el mismo paisaje duro, desforestado y pedregoso. Eso sí, unas vistas de gran parte de la provincia bien amplias en todas direcciones con, por ejemplo, el valle del Guadalhorce, la vega de Antequera, los pantanos de Guadalhorce-Guadalteba, la Capilla y el Camorro Alto, donde habíamos estado poco antes. Lo que no pudimos ver fueron las ruinas de la Ciudad Romana de Nescania, al pie de la Capilla. Parecía que habían sido cubiertas por un sembrado.
La vuelta la hicimos completando una ruta circular. Bajamos por la cara norte, sin ningún camino claro, y giramos al este hacia la Vereda del Tajo de las Pedreras y por ella volvimos a los coches, que nos llevaron a disfrutar de unos merecidos aperitivos y cervezas en la estación de El Chorro.
Esta son las fotos de la excursión.
Descripción de la ruta
La subida al Huma suele hacerse desde la estación de ferrocarril de El Chorro. A ella se puede llegar en automóvil desde Málaga o bien por Ardales o bien por Álora. Desde Málaga se llega a Ardales por la autovía del Valle del Guadalhorce (A-357) y desde allí se toma la carretera de los pantanos, MA-444, que primero bordea por el sur el Embalse del Conde de Guadalhorce y después por el oeste el embalse de la Encantada hasta llegar a la explanada donde está la estación de ferrocarril.
Desde allí se continúa por la carretera del Valle de Abdalagís (MA-224) durante 1 km, momento en el que saldremos por el segundo de los dos caminos de tierra que tenemos a nuestra izquierda. Aunque antes se podía continuar con los vehículos, ahora una barrera lo impide y aparcaremos ahí. El siguiente tramo corresponde a ese carril de tierra llamado el Camino de las Pedreras, que discurre por un agradable pinar de repoblación. A unos 250 m encontramos una primera bifurcación en la que seguiremos hacia el oeste por la opción de nuestra derecha. Unos 700 m después hay otra bifurcación y esta vez seguiremos hacia el norte por la rama que queda más a nuestra izquierda. En ese momento llegamos al pie de la primera barrera de rocas que encontramos, las llamadas Placas Frontales. Seguimos el carril por el pie de las Placas Frontales 1'2 km hasta llegar a una doble curva (habremos pasado por otra anteriormente) en la que dejamos el carril y seguimos por un camino, señalado por un hito de piedras, que parte en dirección oeste. Este camino nos lleva por el pie de las Placas Frontales hasta las llamadas escaleras árabes, una serie de escalones excavados en la roca que nos permitirán salvar esta primer obstáculo. En ese camino podremos ver escaladores subiendo por las rocas y una buena vista de las Mesas de Villaverde y el contraembalse de la Encantada.
Seguimos subiendo un poco más hasta pasar una alambrada que hay en el puertecillo posterior a las Placas Frontales y desembocamos en una pequeña ladera cultivada en el que se encuentra el Cortijo de Campedrero. Seguimos el camino hacia el norte y dejamos a nuestra izquierda el cortijo. Para pasar la siguiente placa de montañas buscaremos una rampa rocosa situada a unos 250m al este del Cortijo. La rampa, marcada por hitos de piedra, sube en diagonal de este a oeste y permite superar sin excesiva dificultad el segundo obstáculo.
El resto del recorrido no cuenta con caminos ni senderos marcados y hay que seguir orientádose por la pendiente, buscando la cumbre que queda en dirección nordeste.
Tras haber salvado el obstáculo anterior, salimos a una zona de suelo rocoso, con poca vegetación, salpicada aquí y allí de matorral, de pendiente fuerte y limitada al norte por nuevo tajo. Cruzaremos esta parte yendo en dirección norte y buscaremos una torrentera, señalada otra vez por un hito de piedras, que se encuentra más o menos en un punto en el que parecen separarse dos partes del tajo. Tras trasponer la torrentera gateando llegaremos a la meseta final de la subida, donde buscaremos la cima, señalada por un vértice geodésico, en dirección noreste.
La vista desde la cumbre es muy amplia, porque no hay cimas altas cercanas que oculten una parte significativa del paisaje. En días despejados puede verse gran parte de la provincia.
La vuelta se puede hacer por el mismo sitio o se puede optar por un recorrido circular, rodeando la montaña por el este. En ese segundo caso, bajamos por la ladera norte, buscando caminos de ganado que nos lleven hacia el este, hasta el extremo nordeste de la falda de la montaña. Ese tramo tendremos el Capilla en primer lugar y el Camorro Alto detrás de él indicándonos la dirección que tenemos que seguir. Llegaremo a un carril que conecta con otro de mayor categoría, la Vereda del Tajo de las Pedreras. Seguiremos este carril, que rodea la base del Huma casi circularmente en el sentido de las agujas del reloj, algo menos de 3'5 km, hasta volver al punto en el que dejamos previamente el carril para acceder al camino que nos llevó en la primera parte a las escalerillas árabes. En las dos primeras bifurcaciones tomaremos la alternativa de la derecha, que lleva en ambos casos más hacia el oeste. En el tercero tomaremos la rama de la izquierda al sur (la otra lleva a la cantera) y conectaremos finalmente con el carril inicial.
En este carril de vuelta podemos ver unas tumbas romanas que han quedado al aire en las obras del carril.
En el libro Por las montañas de Málaga, del que son autores algunos de nuestros compañeros, viene una explicación mucho mejor de la excursión.
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