Camorro Alto (17/oct y 1/nov/2009)

El sábado 17 de Octubre, según lo programado en la sobremesa de Bolonia, fuimos de excursión regular al Camorro Alto, cumbre conocida y bien querida. Decidimos hacer el camino al revés de ocasiones anteriores, por cambiar y también por castigar menos las rodillas, puesto que en el sentido que se hizo, resultaba más subida que bajada, como se verá y puede comprobarse en cualquier mapa.

Fuimos catorce esforzados excursionistas-mineros, partiendo de Venta Cotrina, como de costumbre cuando vamos por el Norte. Después del desayuno y los saludos, tiramos para Antequera y, tras atravesarla, tomamos la carretera del Torcal dejándola en seguida para tomar la del Valle de Abdalajís y, al poco, entrar al Cortijo de las Ánimas y bajar a los pasajeros, que empezaron a caminar hacia la base de la Escaleruela.

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Los conductores continuaron en dirección hacia el Valle, tomando el primer desvío que sale a izquierda hacia La Joya (y sigue a La Higuera y Villanueva de la Concepción o El Pueblecillo). Con los vehículos se subió el Puerto de la Orejas de la Mula y tras coronarlo, se desviaron a la izquierda tomando la Realenga que va hacia el Cortijo del Navazo, un carril sin asfaltar pero ancho y apisonado. Al alcanzar el conocido grupo de encinas de la cuneta derecha, se dejaron los coches para el regreso. Y en uno de ellos se volvió al Cortijo de Las Ánimas, para dejarlo allí y alcanzar a los que ya caminaban cuando empezaban a subir el camino empedrado del Puerto de la Escaleruela o Carrigüela.

Durante todo el ascenso fuimos viendo en las paredes septentrionales del Camorro varios grupos de atrevidos (el decano hubiera escrito inconscientes) que subían por una vía ferrata que hay instalada y debe ser menos peligrosa de lo que aparenta. Coronado el Puerto, llegados a la parte alta de la explanada del Navazo, cruzamos los alambres y tomamos a derecha, al Oeste, iniciando la subida al Camorro por senderos varios, relativamente cómodos, que hacen ganar altitud con prontitud, discúlpeseme el ripio.

El día era de sol y calor, y sudamos la ascensión hasta alcanzar el cordal, donde ya las vistas de la Vega de Antequera, el Torcal y el magnífico enclave del Navazo mitigaron las penalidades del camino. Alcanzamos la cumbre y asomamos al Norte para espeluznarnos ante sus abismos, bellísimos y sobrecogedores, y ver a los atrevidos/inconscientes subir como salamanquesas con mochila por los escalones férreos de la instalación susodicha.

Tras un corto rato en la cumbre, descendimos hasta una amable dolina que alguno se sabía, y allí, tras convencer al decano de que se sumara al resto, comimos y sesteamos por un tiempo. Al cabo, iniciamos la bajada, unos más por la cuerda, otros perdiendo altitud más aprisa a medialadera, pero llegando todos al carril del Navazo donde habían quedado los coches por la mañana; una vez en ellos, regresamos deteniéndonos en la Venta del Gazpacho a merendar, y de allí a casa.

Algunos de los que no pudimos ir el día de la convocatoria oficial fundamos el Primer Grupo Disidente (PGD) e hicimos la excursión un par de semanas después, aprovechando el puente de difuntos.También tuvimos un día de sol y calor que llegó a provocarnos quemaduras leves en la cara y el cuello. Mostrando su espíritu rebelde, el PGD decidió hacer la excursión en el sentido contrario, siguiendo la ortodoxia del libro, de poniente a levante.

Curiosamente, ambos grupos coincidieron posteriormente, además del calor que habían pasado, en que la bajada fue mucho más penosa que la subida. Ninguno de los grupos encontró un camino, carril o veredilla dignos del nombre y tuvieron que bajar más bien por la bravas, con las piernas ya cargadas del resto del camino.

Desde luego, las vistas que se tienen desde la cumbre del Camorro Alto justifican la excursión. Es un magnífico punto de vista sin cumbres altas cercanas que tapen la vista en ninguna dirección. Los del PGD tuvimos que cambiar parte del paisaje potencial por un misterioso mar de nubes que se adentraba por el valle del Guadalhorce, un espectáculo poco frecuente para nosotros.

Descripción del itinerario.

El Camorro Alto es la cumbre más alta de la Sierra de las Chimeneas, situada al oeste del Torcal de Antequera, del que es continuación geológica, separados por la falla que da lugar al Puerto de las Escaleruelas. El acceso que proponemos es desde Antequera, aunque también se puede llegar desde Villanueva de la Concepción rodeando el Torcal por el este.

La excursión propuesta es longitudinal, recorriendo transversalmente la Sierra, y se puede hacer en ambos sentidos, tanto de este a oeste, como al revés. Lo aconsejable es dejar suficientes vehículos en el punto de llegada como para después volver en ellos a los que se hayan dejado en el punto de salida.

Uno de los extremos es el acceso al Puerto de las Escaleruelas, que coincide ahora parcialmente con el sendero señalizado Ruta de las Escaleruelas (SL-A 22). A él se llega desde la carretera A-343 (esa carretera sale de la A-92, pasa por el este de Antequera, Valle de Abdalajís y llega a Pizarra). En el kilómetro 9,5 hay un primer cruce. Hacia el este surge la carretera A-7075 (antigua C-3310), que no tomaremos, sino que continuaremos por la A-343 hacia el oeste, siguiendo las indicaciones de la Ruta de las Escaleruelas y Lobo Park. En este tramo hay varios carriles que salen hacia el sur con indicaciones hacia la Ruta de las Escaleruelas. Recomendamos la salida del kilómetro 10,8, junto a la que está el Cortijo de las Ánimas. Se sigue por ese carril unos 2,5 kilómetros hasta llegar a un pequeño llano en el que podemos dejar los vehículos en los que volveremos al inicio de la ruta. En ese lugar se divisa el Camorro Alto prácticamente desde su base.

Retomamos la carretera con los demás vehículos y seguimos por la A-343 hacia el oeste hasta el kilómetro 17, donde está el cruce con la carretera MA-4402 (antigua MA-437), indicado para Los Nogales, La Hoya y Villanueva de la Concepción. En el kilómetro 4 de esta carretera hay una salida en dirección este, con una curva pronunciada. Es un carril de tierra que no lleva al inicio del recorrido. A unos 600m del cruce podemos ver encima de una colina cuatro majestuosas encinas que nos sirven de señal. A partir de ellas dejamos el coche en el primer sitio que podamos y empezamos a andar.

La excursión transcurre casi en su totalidad sin senderos ni caminos marcados, excepto en el tramo final de la bajada del Puerto de las Escaleruelas a donde se dejaron los coches. Sin embargo, no hay mucha posibilidad de pérdida, porque el camino consiste, simplificando mucho en seguir longitudinalmente el eje de la Sierra por la línea de cumbres.

La aproximación a la línea de cumbres se puede hacer aprovechando unos cultivos que escalan un poco la ladera y conducen a una pequeña vaguada entre las estribaciones más occidentales, que dejamos a un lado y el grueso de la Sierra. Rodeando por el oeste estos sembrados encaramos directamente la subida. Sabremos si vamos por el buen camino si cruzamos la valla por un lugar donde los alambres han sido cedidos, signo de paso más frecuente. Continuamos buscando la línea de cumbre por el camino más cómodo que encontremos, en dirección noreste. Al llegar a la linea de cumbres podemos disfrutar ya de la vista de toda la Vega de Antequera.

Esta sierra es caliza, como el Torcal, y la mayor parte del suelo es de tipo lapiaz, que puede resultar incómodo de andar. La línea de cumbres no lo es tanto como se puede temer a primera vista, aunque es más cómodo hacer el recorrido por la parte de la ladera sur, en especial el primer tramo. A mitad de la linea de cumbres hay unos promontorios que rodearemos por el norte por un atractivo prado, para volver a continuacion a la cara sur.

Cuando nos acerquemos finalmente a la cumbre, nos acercaremos, con toda la precaucion que exige la situacion, a la cara norte, a contemplar los impresionantes tajos que caen en vertical por la ladera norte. Desde alli seguimos hacia la cumbre, con algun tramo en el que hay que ayudarse de las manos para salvar algunos leves desniveles.

El panorama desde la cumbre es muy amplio, destacando, en el norte, toda la Vega de Antequera, con la ciudad, escoltada por la Peña de los Enamorados y, hacia el este, el Torcal de Antequera. Delante del Torcal, el cortijo del Navazo. Otras muchas sierras se ven en otras direcciones, desde Almijara, a los Montes de Malaga y la Sierra de las Nieves.

La cumbre del Camorro Alto es estrecha y una de sus paredes es un cortado vertical. Si se quiere hacer un alto, en especial en los dias de viento, se puede considerar hacerlo en alguna de las dolinas cercanas.

El descenso se hace hacia el Puerto de las Escaleruela en direccion este. Desde la cumbre un estrato rojizo, fosilifero, que buscaremos para intentar localizar alguna vereda de ganado que haga mas llevadera la bajada. En la ultima subida nosotros no la encontramos y bajamos casi en linea recta por un canchal tremendamente incomodo. Finalmente se llega a unas alambradas que seguiremos en direccion norte y que nos llevan al Puerto de las Escaleruelas, donde hay un cartel que explica la vista norte desde ese punto.

Desde el puerto hay un antiguo camino, parcialmente empedrado, que zigzaguea al pie del Camorro Alto y que conduce al sitio donde hemos dejado los coches. El recorrido total son unos 8 kilometros, de los que aproximadamente la mitad corresponde a la linea de cumbres.

Una alternativa cuando no se dispongan de vehiculos para dejar en ambos extremos, o no apetezca hacerlo, es volver al punto de partida a traves del carril que recorre el sur de la Sierra, desde el Puerto de las Escaleruelas hasta las encinas anteriormente mencionadas. Esta variante añade unos 4 kilometros de recorrido.

Estas son las fotos de la excursión.


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