Pinsapo de la Escalereta, Río Verde y Cuevas del Moro (21/mar/2009)

De vuelta a la Sierra de las Nieves en la excursión de marzo, y de vuelta al Pinsapo de las Escaleretas, el nacimiento del río Verde y las Cuevas del Moro, como en septiembre de 2007. Bueno, como intentamos en aquella ocasión en que, en vez del Pinsapo de la Escalereta, visitamos el del Puntal de la Mesa, recorrimos el valle del Arroyo de los Quejigales por los cerros Abanto y Alcojona y sólo una pareja de escogidos pudieron acceder a las Cuevas del Moro.

Esta vez el plan estaba más meditado y, tras el acostumbrado desayuno en Chez Pepe en Cuevas del Becerro, nos dirigimos al Parque Natural de la Sierra de las Nieves por el acceso de los Quejigales. Llegamos con los coches a la explanada que usamos como aparcamiento junto al acceso al Pinsapo de la Escalereta y los conductores, en un acto de generosidad, llevaron los coches hasta el punto del carril de Tolox hasta el que teníamos pensado salir.
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Los demás empezamos el recorrido sin ellos e hicimos un primer acercamiento al Pinsapo de la Escalereta. Como nos daba tiempo, nos acercamos a admirar el pinsapo del Puntal de la Mesa y volvimos hasta el desvío al Pinsapo de la Escalereta, donde nos encontramos con los conductores, y anduvimos todos juntos otra vez el camino hasta el Pinsapo de la Escalereta, posiblemente el pinsapo más notable de la sierra (y por ende, del mundo), con sus enormes ramas, desproporcionadas incluso para un tronco de su tamaño.

Desde allí nos dirigimos al siguiente hito, el nacimiento del río Verde, siguiendo el sendero cuesta abajo. Enfrente podíamos intuir entre la niebla el carril de Tolox, bordeando la falda sur de la Alcazaba. El monte estaba radiante y colorido, con multitud de flores distintas, en especial jara, aulaga y romero. También se podían ver aún restos de árboles, que daban fe del incendio que asoló la zona.

Antes de llegar al Nacimiento pudimos ver los restos de lo que debió ser un antiguo caserío, con su zona de cosecha junto al arroyo y algunos olivos más en la ladera, que ya se habían asilvestrado.

Tras una breve parada junto al nacimiento, seguimos el sendero río abajo, pero esta vez el de la margen derecha, que se eleva rápidamente, dando una perspectiva desde arriba del valle. Cruzamos el río por el puente que hay junto a la casa y empezamos a subir por el carril que lleva al carril de Tolox hasta que llegamos al mirador desde el que se ven (o adivinan) las Cuevas del Moro. En ese punto, nos dividimos en dos grupos, los irresponsables decidimos repetir la hazaña de Pepe y Juan Antonio de la anterior ocasión y fuimos barranco abajo y barranco arriba directamente a las Cuevas del Moro. Los sensatos siguieron el carril hasta el fondo del valle del Arroyo del Moro y desde allí accedieron a las Cuevas.

El camino directo desde el mirador fue entre emocionante y peligroso. Por supuesto, sin ninguna vereda mínimamente señalizada y siguiendo hacia donde el sentido de la orientación nos decía que estaban las cuevas. Tras pasear junto a barrancos con algunos pasos comprometidos, llegamos al objetivo.

Las Cuevas del Moro son un lugar altamente sorprendente. Es un ¿refugio, casa? construido aprovechando el abrigo de un hueco de la roca junto al barranco. Está formado por un par de habitaciones y un horno. Una de las habitaciones tiene la pared redondeada y un ventanuco en su parte inferior y no supimos dar con una hipótesis sobre su naturaleza que nos convenciera a todos: caponera, horno, habitación para animales, ... La zona llana delante de la casa es minúscula, y delante de ella hay un barranco más que notable. En la parte superior, hay un área llana, aunque inclinada, donde supusimos que cosechaban algo. La vida allí tenía que ser dura, dura y solitaria.

Desde allí subimos monte a través hasta el carril de Tolox. El camino no era fácil, y, por supuesto tampoco estaba marcado, pero no era comparable con el acceso desde el fondo del barranco. Ya en el carril encontramos los coches y agradecimos la previsión de haberlos acercado hasta allí, que nos ahorró unos seis kilómetros de carril hasta el punto de inicio.

A la vuelta, tuvimos ocasión de ver desde fuera las nubes que nos habían tapado el paisaje durante toda la mañana y les sacamos unas cuantas fotos muy resultonas.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO

Desde Málaga se puede llegar por el interior, siguiendo la carretera del Valle del Guadalhorce (A-357), pasando por Ardales, y después la carretera A-367 hacia Ronda, pasando por Cuevas del Becerro. El acceso al Parque Natural está en la carretera A-397, de Ronda a San Pedro de Alcántara, casi a 14 km del cruce al que se llega a Ronda (se llega a una rotonda desde el oeste y hay que ir en dirección sur a San Pedro).

El acceso al Parque Natural de la Sierra de las Nieves es a la derecha (hacia el oeste). A 850 m del cruce está la entrada al Camping Conejeras. Algo más de un kilómetro despúes (a 2'1 km del cruce de la carretera) hay una indicación a la derecha del sendero de Conejeras. Siguiendo el camino, se pasa por la entrada del cortijo de la Nava de San Luis (a 4'4 km desde el cruce de la carretera). El siguiente cruce está a 7 km desde que dejamos la carretera y en él hay una indicación de Los Quejigales, a 2'7 km , y, girando a la derecha, La Escalereta, a 2'4 km, y Torrox, a 34 km. Continuando por esta última opción, 2'4 km. después se llega al Llano de la Laguna, una explanada en la que hay una indicación al Pinsapo de la Escalereta. Ahí se dejan los coches.

En este caso aconsejamos adelantar algunos coches por el carril de Tolox, para evitar tener que recorrer el carril andando que, aunque tiene unos buenos paisajes, se hace pesado y monótono. Una primera opción es a unos 7 km, en el punto más cercano a las Cuevas del Moro. Otra posibilidad es a unos 8'5 km, en el cruce con el carril que sube desde el río Verde. La elección dependerá de si se sube por las Cuevas del Moro o si se sigue todo el camino por los carriles.

Desde el llano donde hemos llegado se toma el carril indicado por el cartel del Pinsapo de la Escalereta y 400 m. más adelante se sigue por la desviación indicada por otro cartel. Unos 300m después se llega al mirador del Pinsapo de la Escalereta. Ese es un tramo delicioso en el que se anda por una pequeña vereda entre las ramas de los árboles.

Desde ese punto se inicia la bajada al nacimiento del río Verde. La primera parte discurre por una parte más o menos llana, en la que, a unos 200 m, hay un desvío a la derecha que lleva al pinsapo del Puntal de la Mesa y a recorrer la ladera del Abanto. Siguiendo el camino que llevábamos, se empieza a descender de manera notable, y el camino apenas en algunos instantes. Durante la bajada vemos el carril de Tolox a la derecha y el valle del Río Verde enfrente. Asimismo nos encontramos con los restos de un antigua cortijo. La extensión de esta parte del recorrido es de 2'2 km.

Tras descansar un rato en las surgencias iniciales del río Verde, podemos seguir el valle por una vereda en la margen izquierda o por un camino en la margen derecha. Por la vereda, en 500m llegamos a un puente sobre el río, pero hay que soportar la valla del cortijo que hay abajo. Por el carril, a unos 900m tomamos el desvío a la izquierda y bajamos hasta el puente. Seguimos después hacia el oeste por el carril de la margen izquierda del río. A 1km, aproximadamente, hay un mirador desde el que se adivina dónde están las Cuevas del Moro. Aunque algunos accedimos directamente desde allí por las bravas a través del barranco hasta las Cuevas, el acceso es peligroso, por lo que nos abstenemos de recomendarlo.

Se puede acceder a través del carril en el que estamos. Después de rodear el cerro y bajar al fondo del siguiente valle para cruzarlo, a unos 2km del mirador mencionado antes, sale un caminito hacia la izquierda que lleva hasta las Cuevas del Moro, a unos 400m. El sitio se puede identificar porque el carril da una pronunciada curva a la derecha.

Se puede llegar al carril de Tolox directamente desde las Cuevas del Moro, pasando por la zona plana que hay encima de las Cuevas, que estuvo cultivada en su momento. El acceso no es fácil ni tiene camino marcado. También se puede volver al carril y andar 1km hasta llegar al cruce con el carril de Tolox.

Como aconsejamos antes, ahí podíamos tener los coches para volver hasta el Llano de la Laguna, donde se inició el camino.

Andrés Rodríguez cuenta en su blog (La Serranía Natural) una ruta por el río Verde que incluye el acceso a las Cuevas del Moro y tiene una mención más extensa a las cuevas.

Estas son las fotos de la excursión.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
En el nacimiento de río Verde, ¿hay turgencias o surgencias? ¿En qué estaría pensando el güebmastre?
Caminos de Málaga ha dicho que…
Eso, eso, ¿con qué ojos miraba el güebmaster el nacimiento del río?

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